En primer momento, hace tu propia evaluación ayudándote con los siguientes puntos:
1. Re-cordar: Volver a pasar por el corazón todo lo que hemos vivido. Se trata de un ejercicio especial de la Memoria que va recuperando lo grande y lo chico, lo esperado y lo sorpresivo, lo que hicimos en grupo y lo que me ha tocado a mí mismo... lo que ví, oí y escuché, etc.Puede ayudar hacer una lista de todo esto a medida que nos va llegando desde la memoria.
2. Pedir a Dios Luz para poder descubrirlo en todas nuestras experiencias.El está presente en nuestra historia personal, en la historia que vamos tejiendo en grupo, en comunidad. Necesitamos ir aprendiendo a percibirlo, a descubrirlo, a reconocerlo.
3. Mirar-Releer la lista de experiencias y momentos que hemos vivido para encontrar huellas de la acción de Dios en nosotros, en nuestra historia.
4. Gracias-Perdón: Nuestra vida está llena de la presencia de Dios, en este momento de diálogo con El, agradecemos gestos y acontecimientos concretos que nos transforman, nos motivan; que nos despiertan y nos interpelan.
5. Propuesta Ponemos delante de nosotros mismos el futuro, el día de mañana, la próxima experiencia de encuentro y trabajo con Dios como dador de vida y compañero de camino. Nos preguntamos ¿qué podría yo proponerme para comprender mejor quién soy y quién es Dios, cómo está y trabaja en mi vida, para entender cuál es mi lugar en la historia... en definitiva para vivir mejor mi vida?
En un segundo momento:
Relata brevemente el acontecimiento de cada día que mas aprendizaje de liderazgo-servicio te brindó (o puede hacer este relato breve, de las cinco experiencias de todo el campamento que te brindaron más).
- Consigna aquellas dimensiones de toda la experiencia (el campamento tomado como un todo) que te resultan más importantes y deben ser vividas por los que participarán campamento de formación.
- Aquellas cosas que faltaron, considerando que es una experiencia de aprendizaje (ver los objetivos).
Información útil:
Un afiche del primer campamento